Comparte pianista argentino noche mágica con jóvenes de una de las zonas más marginadas del área metropolitana.
La obra insignia del Gobierno de Jaime Rodríguez Calderón no será una torre o un complejo vial, sino la reconstrucción del tejido social, y ayer se pusieron los primeros cimientos.
Ante más de mil jóvenes del sector San Bernabé, un polígono de pobreza con más de 100 mil habitantes y un alto grado de marginación e inseguridad, Raúl Di Blasio ofreció un concierto que fue mucho más allá de la música.
El originario de Zapala, Argentina, no sólo tocó el piano, sino las fibras sensibles de un público que inició un tanto escéptico y terminó echado en la bolsa del pianista.
El repertorio del llamado “Piano de América” fue más allá de sus virtuosas interpretaciones e incluyó un diálogo sobre “bullying”, motivación y reconciliación como parte del programa “Notas Nuevo León, Transformando Jóvenes, Mejorando Vidas”, de la Secretaría de Desarrollo Social del Estado.
“¿Saben a qué vinimos aquí chicos, chicas, desde el señor Gobernador a todos quienes nos acompañan?”, preguntó Di Blasio a los jóvenes.
“A traerles amor, a traerles cariño, a no regañarlos, a no decirles que ustedes no sirven, al contrario, los que tratamos de servir a través de ustedes somos nosotros”.
Vestido de jeans playera y saco, con su tradicional coleta, el Maestro Di Blasio pisó el auditorio del Macrocentro Comunitario de San Bernabé con la misma entrega que lo ha hecho en los principales escenarios del mundo.
“Cuando Dios nos ha regalado la bendición de viajar por el mundo tocando el piano para diferentes públicos no cambio nada, les juro, cambio todo ese público por estar un rato así con ustedes”, dijo para ganarse el aplauso de los asistentes.
“Cambio los aplausos, la fama, el éxito, a cambio de este momento.
“No hay nada más gratificante, después de haber dado la vuelta al mundo que venir con mi piano a San Bernabé”.
La noche inició con la presentación de la Orquesta Sinfónica Esperanza Azteca y la firma de un convenio entre el Gobierno Ciudadano y Fundación Azteca para la creación de una tercera orquesta infantil en el sector.
El Bronco aprovechó el evento para anunciar que el Penal del Topo Chico también tendrá su propia orquesta sinfónica, integrada por reos que encontrarán en la música otra vía a la reinserción social.
Ante un público que también incluyó a empresarios, representantes de organismos civiles y funcionarios del Gabinete estatal, Di Blasio invitó a jóvenes, niños y adultos a subir al escenario, donde diálogo con ellos y hasta les compartió su piano e instrumentos.
Junto con el Gobernador, asistieron su esposa, la Presidenta del DIF, Adalina Dávalos, y su hija Valentina.
Di Blasio cerró una noche memorable con un mensaje contundente: no ser partícipes del acoso escolar y enfrentar y vencer las adversidades.
También lo hizo con una promesa: volver y llevar su música y su magia a todos los rincones de Nuevo León.