En las noches con luna, curiosos resplandores surgen entre los árboles en un paraje boscoso. Aunque parecen fantasmales, esos reflejos blancos son, en realidad, muy naturales y vivos. Son los que producen los venados blancos que habitan en los terrenos de una histórica instalación militar en el norte del estado de Nueva York.
Se trata de una rara variante de venado cola blanca totalmente blanco (por lo general son cafés con ligeros motivos claros), que ha estado bajo la protección del Ejército de Estados Unidos, enfrenta un futuro incierto. Algo poco halagüeño en época navideña para un tipo de animal asociado intrínsecamente con la imagen de Santa Claus o, en una tradición quizá más pertinente, con una vieja profecía india que asocia a las parejas de venados blancos con la unión de la gente.
Este venado blanco, según narra el periódico USA Today, habita en los amplios terrenos del Seneca Army Depot, una instalación del ejército guarnecida por el Cuerpo de Ingenieros y donde, a lo largo de los años, se han almacenado municiones, armas e incluso materiales que se usaron en la construcción de la primera bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial y armas nucleares en toda la línea durante la Guerra Fría.
El espacio de ese depósito del Ejército, que incluye un terreno de 10,000 acres en una zona boscosa en el norte del estado de Nueva York, ha sido el hábitat de ese venado blanco por años, y el hecho de que la zona está resguardada y es de acceso restringido le ha permitido a ese animal prosperar allí. Unos 200 venados blancos, junto a otros 600 de color café, habitan en los terrenos de la instalación militar, de acuerdo al USA Today.
La organización no lucrativa Seneca White Deer, creada ex profeso para proteger a esos animales, considera a esa manada de venados blancos la más grande del mundo y por ello es un tesoro natural.En los terrenos del Seneca Army Depot habita la mayor manada de venados blancos del mundo. (Wikimedia Commons)
Una reja metálica que rodea todo el terreno protege a los animales de la intrusión humana, sea esta de cazadores, turistas, excursionistas o simples curiosos. Sólo en contadas ocasiones, en 2006, 2009 y 2012 se permitió a Seneca White organizar recorridos en autobús dentro de la zona del depósito militar.
Pero a finales de 2016 el Cuerpo de Ingenieros se retirará de la zona, y no habrá ya quien cuide del amplio terreno, de la verja y, en consecuencia, de los venados. No faltarán niños y adultos que se pregunten si, sin protección, los venados correrán la suerte de la mamá de Bambi, o si habrá otros modos de preservarlos. Cuando el Cuerpo de Ingenieros se retire, serán las autoridades del Condado las que se harán cargo del lugar, aunque éstas no se encuentran muy convencidas de la conveniencia de ello, ni de su capacidad para hacerlo. Muchos preferirían que fueran otros los que se responsabilicen de administrar el lugar y Seneca Wild Deer ha pedido que el sitio sea declarado una reserva natural.
En tanto, la organización Seneca White Deer promueve donaciones y otras actividades para recaudar recursos destinados a la preservación del área y ha hecho propuestas para crear allí un centro de ecoturismo.
Pero, por el momento, el futuro de ese venado y de toda el área del depósito militar continúa en blanco.