En su primera acción en ese país sudamericano,  se reunió con el gobernador de Antioquia Sergio Fajardo con quien dialogará las estrategias que implemento cuando fue alcalde de Medellín y ahora como titular de la gubernatura, para la recuperación de espacios públicos y combate a la delincuencia.En la gira de trabajo Rodríguez Calderón acude con su equipo de colaboradores en el proceso de transición entre ellos Manuel González, Roberto Flores y Fernando Elizondo.

Flores Treviño había señalado en días pasados que dentro de ésta visita buscarán conocer las estrategias implementadas para combatir los secuestros.

Detalló que por parte del nuevo gobierno tiene interés en conocer las acciones de combate a la inseguridad y principalmente en los temas de lucha en contra los carteles de la droga.

Cabe precisar que en 1991 la violencia en Colombia era alarmante, principalmente en la provincia de Medellín en el departamento de Antioquia. La tasa de homicidios de esa ciudad rebasaba todos los límites. Con 381 homicidios por cada 100.000 habitantes, era 40 veces superior al marcador de tasa epidémica de la ONU, que era de 10 por cada 100.000 habitantes.

Esta situación se debía en gran medida a la guerra que mantenían las autoridades contra Pablo Escobar líder del cartel de Cali y el surgimiento de los comandos paramilitares.

La disminución de la violencia en esa localidad se dio alrededor de 2007, en parte debido a la muerte de Escobar y la toma del poder de los vecindarios pobres por parte del narcotraficante y líder paramilitar Don Berna.

Durante ese período de aumento en los niveles de seguridad, los alcaldes de Medellín Sergio Fajardo y Alonso Salazar pusieron en marcha una serie de políticas y obras de infraestructuras en las zonas más inseguras.

Las autoridades construyeron el Metrocable (una especie de teleférico) y otras infraestructura para las comunas (colonias) así como la famosa biblioteca pública, la cual permite que los jóvenes cuente con un espacio seguro para estudiar, ingresar a Internet y participar en actividades extracurriculares.

Otra de las acciones consistió en la presencia policial en los barrios conflictivos y se emprendieron tareas para combatir la corrupción.

En 2014 la tasa de muertes violentas en Medellín presentó la más baja de los últimos 35 años: 26 homicidios por cada 100.000 habitantes. En el 2013 hubo 925 asesinatos, mientras que en el 2014 fueron 653, lo que representó una reducción del 29 por ciento.