Las mujeres piden que las dejen decidir por sus hijos. Foto: AP
Con votación de 24-14, el Senado ratificó el proyecto que imposibilita a los padres limitar la vacunación de sus hijos “por creencias personales” e incluso fija sanciones económicas; también restringe la entrada a centros escolares para los menores que no reciban las dosis que les corresponden.
La propuesta de California tiene como fin aumentar las tasas de vacunación después de un brote de sarampión registrado en Disneyland el año pasado. La medida sólo permitiría que los niños con problemas graves de salud no reciban las inyecciones.
El asunto generó el debate legislativo más acalorado del año, en el que miles de opositores se manifestaron en las redes sociales y en las audiencias legislativas.
Si la iniciativa se promulga, California se sumaría a Mississippi y Virginia Occidental como los únicos estados con requerimientos tan estrictos.
Uno de esos mensajes en respuesta a la polémica fue escrito el martes por el actor Jim Carrey en su cuenta de Twitter.
“El gobernador de California dice sí a envenenar más a los niños con mercurio y aluminio en las vacunas obligatorias. Este fascismo corporativo tiene que parar”, escribió en su cuenta personal, que tiene casi 15 millones de seguidores.
Hasta la noche de ayer, el mensaje había sido compartido poco más de 3,000 veces.
A esa primera respuesta han seguido varias más, en las que el actor ha intentado explicar su postura.
“Dicen que el mercurio que hay en el pescado es peligroso, pero obligar a nuestros niños a que se los inyecten en el tiomersal (una sustancia usada para preservar algunas vacunas) no tiene riesgos. ¿Tiene eso algún sentido?”, insiste Carrey.
El mercurio, incluso en cantidades pequeñas, puede afectar al desarrollo infantil, según la Organización Mundial de la Salud, pero el organismo ha explicado que no hay pruebas de que el tiomersal utilizado en las vacunas suponga un riesgo para la salud.
Carrey ha repetido que no es antivacunas, sino “antitiomersal y antimercurio”, y ha acusado de “corrupto” al Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EUA, el cual asegura que ese compuesto conservante no se encuentra en prácticamente ninguna de las inyecciones que se aplican a los niños.
“No pueden solucionar un problema que ayudaron a generar”, continuó escribiendo el actor de comedia. “Es demasiado arriesgado admitir que estaban equivocados sobre el mercurio y el tiomersal”.
El histrión ha aprovechado también la polémica para enlazar hasta tres veces a la página web del documental Trace Amounts, apoyado por Robert F. Kennedy Jr, el cual pide que se elimine esta sustancia de las vacunas.
“Vean y juzguen ustedes mismos. Si realmente les importan sus hijos lo van a hacer. Resulta impactante”, finaliza.
Carrey, quien tiene un hijo con autismo, enfermedad que atribuyó a las vacunas.