México necesita, con urgencia, que el gobierno de la República ponga en marcha un programa nacional de distribución de alimentos, ya que es una tragedia que la población sin ingresos fijos, por lo menos 44 millones de mexicanos, padezca escasez de alimentos mientras está resguardada en sus casas, aseguró Aquiles Córdova Morán, dirigente nacional del Movimiento Antorchista.
Al mismo tiempo, dijo que Antorcha hace un llamado a los mexicanos a no quedarse callados y a exigir que el gobierno de la 4T resuelva la problemática.
En su pronunciamiento, aseguró que ya nadie duda sobre la gravedad del peligro que representa la pandemia de coronavirus para la salud y la vida de la humanidad, para la actividad económica, el intercambio comercial y el empleo de millones de trabajadores en el mundo.
Aquiles Córdova criticó que, después de acordar que los mexicanos entraran en cuarentena, nadie del gobierno se preocupó por el problema básico de quienes viven al día y de dónde sacarán los recursos para su alimentación mientras estén paralizados e incapacitados para salir a ganarse el sustento.
Parecía que en el “quinto informe” trimestral del gobierno se anunciaría alguna medida para atender la emergencia, pero no fue así. “El Presidente se limitó a reiterar que se van a seguir entregando apoyos directos en dinero a las personas que casi clandestinamente censaron los enviados del gobierno, sin más modificación que adelantar tres o cuatro meses de ayuda a los sectores más críticos, y terminó lanzando más bolas de humo como la promesa de crear dos millones de empleos en nueve meses”.
Por tanto, agregó, el problema es muy grave: “suponiendo que 25 millones de ellos reciban su dinero mensual, aquí hay ya 11 millones de mexicanos que no reciben nada.
Y si no olvidamos que todos (o la inmensa mayoría) son jefes de familia, hay que multiplicar al menos por cuatro esa cifra, lo que nos da ya un total de 44 millones de desamparados por la pandemia.
A ello hay que sumar miles de campesinos, de amas de casa, de familias que viven de las remesas que les envían sus familiares en Estados Unidos, y resulta que estamos hablando de entre 70 y 80 millones de mexicanos que se ha quedado sin ingresos y sin qué comer”.
Respecto al aspecto sanitario de la pandemia, el dirigente social dijo que “la eficacia real de la única medida universal que hoy todos los países están aplicando para limitar la difusión y la contención de la plaga, que es el enclaustramiento de la población en sus domicilios, no es suficiente porque lo que hay que evitar no es la libre circulación de las personas sanas, sino la de las personas enfermas o portadoras del virus, y esto se lograría perfeccionando la confiabilidad de las pruebas de laboratorio y aplicando con todo rigor los mecanismos de detección de los contagiados para aislarlos de inmediato.
De este modo se garantizaría la salud e inocuidad de las personas que hacen su vida normal.