En todas de las instituciones de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (Azcarm) se están redoblado esfuerzos para proteger la salud de nuestro personal y de cada uno de los más de 170 mil ejemplares de fauna silvestre que vive bajo cuidado humano, toda vez que ahora la ciencia ha revelado que el COVID-19 sí puede ser transmitido de personas a animales, pero no de animales a humanos.
Luego de que el Laboratorio Nacional de Servicios Veterinarios del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en ingles) confirmó que un Tigre de Bengala del zoológico del Bronx, en Nueva York dio positivo en COVID-19, es muy importante recalcar que aún no existe evidencia de que los animales de zoológico puedan infectar a las personas.
Tampoco hay evidencia que apunte que animales de compañía o mascotas ni animales de ganado, puedan transmitirnos el virus, pero este evento es el primer indicio de que el coronavirus sí puede ser contagiado de humanos a animales.
En este sentido, cualquier persona que trabaje en nuestros zoológicos, criaderos y acuarios y que presente algún tipo de sintomatología relacionada con el COVID-19 o que haya estado en una situación de riesgo (viajes en el extranjero, conciertos o eventos masivos, que conozca a alguien infectado, etc.) debe evitar cualquier tipo de contacto con los animales.
Además diariamente los médicos y cuidadores que trabajan en nuestros centros de conservación están tomando todas las medidas preventivas para continuar su importante labor que es garantizar el bienestar de miles de ejemplares; lavándose las manos de manera constante, usando cubrebocas y guantes para alimentarlos y para revisar su condición física, y guardando sana distancia en sus traslados.
Y, hasta el momento, es muy importante informar que las poblaciones de fauna silvestre que habitan en nuestras instituciones zoológicas y acuarias se encuentran en excelente estado de salud y ninguno ha presentado signología sospechosa relacionada con el virus.
También es importante informar que nuestros zoológicos y acuarios cuentan con planes de manejo autorizados por la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que garantizan que se minimice el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas entre especímenes y seres humanos.
Y aunque no hay estudios que prueben sí es posible que diferentes especies animales puedan verse afectadas por el COVID-19, los zoológicos de México realizaremos de manera permanente una atenta vigilancia epidemiológica de la mano de las autoridades.
En la grave coyuntura que nos encontramos en todo el mundo, es de suma importancia que entendamos que los responsables de esta pandemia somos los propios seres humanos al propiciar las condiciones para que se diera una transmisión masiva del virus a través del tráfico ilegal de especies de fauna silvestre y destruyendo aceleradamente sus hábitats.
Y aunque durante estas semanas resultará titánico para cada una de nuestras instituciones proveer las toneladas de alimentos que diariamente consumen los animales y mantener a las miles de personas que trabajan con nosotros cuidándolos y conservándolos, puesto que no tendremos ningún tipo de ingreso o apoyo del gobierno para hacerlo.
Estamos absolutamente comprometidos a seguir garantizando su bienestar, y es que los zoológicos, acuarios y criaderos alrededor del mundo somos la última esperanza de supervivencia para muchas especies en peligro de extinción.
Y especialmente después de esta pandemia que está azotando a todo el planeta, tenemos que seguir generando consciencia entre los humanos sobre la importancia de proteger la vida y los hábitats de millones de animales, y tenemos que seguir trabajando intensamente para continuar haciendo posible la reintroducción de especies al medio silvestre y combatiendo su tráfico y posesión ilegal.
En este sentido, hacemos un sensible llamado a todas las personas que tengan la posibilidad a que ayuden a subsistir a los zoológicos, criaderos y acuarios de su localidad, y es que así como tenemos que estar unidos para proteger nuestra salud y para garantizar el porvenir de nuestro país, no podemos olvidar el bienestar de miles de animales cuya sobrevivencia depende de nosotros, pues la de de nosotros como humanidad depende de su conservación.