Por Pedro García
Males fuereños ponen en grave circunstancia a la Cuarta Transformación en términos económico-financieros con efectos políticos no presupuestados por el presidente López Obrador y menos en días cuando sus niveles de aprobación, según encuestas, se han deprimido.
Los anticuerpos políticos del Obradorismo enfrentan una lucha desigual en una guerra venida de muy lejos y que son explicables con motivo de la globalización, y la dependencia de factores externos como son los precios del petróleo y la endémica especulación en los mercados financieros: hoy los capitales golondrinos están aquí y fortalecen al Peso, pero en minutos, ni los cuentas y estalla la debacle.
La emergencia por el coronavirus late a cada minuto y el alcalde de San Pedro, Miguel Treviño de Hoyos la decreta en el municipio de mayor ingreso del país.
Su formación de economista se vio rebasada por el brote de coronavirus en su municipio y no ha tenido más salida que forzar el cierre de actividades mercantiles, salvo los restaurantes.
Al Presidente, sus opositores le meten presión mediática calificándolo de irresponsable por no anticipar fases de combate al virus histórico.
El mandatario argumenta que no se va a adelantar pues considera que hay mexicanos que, diario, salen a ganarse la vida en la vía pública.
Mientras eso transcurre, el Banco de México (periódico El Norte) anuncia:
“Banxico dijo que subastará 2 mil mdd en coberturas cambiarias para propiciar liquidez y un funcionamiento ordenado en mercado de cambios.”
En Estados Unidos plantas automotrices paran actividades para proteger a sus obreros.
El Presidente de México informa que, pese al desplome de los petroprecios, la explotación y venta de crudo todavía es negocio ya que hay extracciones que se efectúan en tierra a un costo de producción de 4 dólares el barril.
Y anticipa un plan económico para sostener las actividades productivas del país.
Por otro lado, está el asunto de los programas sociales y la viabilidad para financiarlos. Habrá que ver si las acciones gubernamentales le siguen reportando a López Obrador los ingresos para seguir enviando las pensiones y becas a los millones de beneficiarios.
El miércoles 18 de marzo reportó un nivel de recaudación con 8 por ciento de crecimiento.
El Presidente mantiene el optimismo. Está en el talante de líder de una Nación que, sin embargo, está entre la espada y la pared por un mal de salud que no cede y tiene en fuertes apuros a países desarrollados.
La declaratoria de Emergencia late y el virus podría ser abatido hasta que entre el verano ardiente…