- Analicemos el caso Colosio.
Luis Donaldo pretende registrarse como candidato a alcalde de Monterrey. Está en su derecho. Sin embargo, la Ley es muy clara: si quieres ser alcalde de un municipio, tienes que vivir en ese municipio. Punto.
Puedes tener propiedades en varias ciudades, como inversión, pero sólo podrás ser candidato en el domicilio que sea verdaderamente tu hogar, donde haces tu vida cotidiana.
Y Luis Donaldo no vive en Monterrey. Vive en el Fraccionamiento Cantizal, Tercer Sector, en Valle Poniente, Santa Catarina. No vive (como él asegura), en la Calle Brisa 131, Colonia Brisas de Valle Alto, en Monterrey.
Yo he buscado a Colosio desde hace meses, para que me aclare esta grave controversia. Lo busqué por teléfono en forma directa, a través de Samuel García, mediante amigos comunes. Y recibí el silencio de su parte. No quiere hablar conmigo ni con nadie. Se esconde a cal y canto. ¿Por qué?
Colosio pudo haber aclarado muy fácilmente dónde vivía. Si Luis Donaldo hubiera publicado en su momento, cuando inició la polémica, un story en Instagram o Facebook, diariamente, por una semana, saludando afuera de su casa, o en el parque de su colonia, cortaba de tajo el problema. Pero este político dejó correr el chisme, inexplicablemente.
Ahora todavía lo puede resolver. Basta con que rindan testimonio notarial sus supuestos vecinos de Santa Catarina de que no vive ahí. O que den testimonio notarial los vecinos de Brisas de Valle Alto, de que vive en Monterrey. Pero ya dijo Colosio que no pedirá este favor a sus vecinos. ¿Por qué? ¿Cuál es su temor? ¿Por qué tanta negación? Bien podría pedir una constancia a su juez auxiliar de que no vive en Santa Catarina. O una constancia a su juez auxiliar de que sí vive en Monterrey. Pero no quiere hacerlo. ¿Qué nos oculta?
O más fácil: Colosio podría demostrar con el recibo de sus servicios domésticos de que en los últimos meses ha consumido mucha agua y energía eléctrica en su casa de Monterrey. Y registra muy poco consumo en su casa de Santa Catarina.
Pero si sus recibos están al revés, si ha consumido más luz y agua en Santa Catarina, y casi nada o nada en Monterrey, entonces esa sería la prueba contundente de que Colosio nos está mintiendo. Y cuando pides tu credencial de elector al INE, no puedes engañar a la autoridad diciendo que tienes tu hogar y haces tu vida cotidiana, en un domicilio donde ni siquiera vives. Colosio estaría cometiendo un delito electoral muy grave. Se llama falsedad de declaración.
Y una cosa peor: el domicilio de la credencial de elector no es suficiente para acreditar residencia y menos para acreditar el tiempo de dicha residencia. O sea, que si Colosio ya se cambió de Santa Catarina a Monterrey en las últimas semanas, su delito no desaparece. Sería otro delito adicional.
La Ley es la Ley. Colosio como político está más que obligado a respetarla. Si no le parecen estas reglas, como legislador pudo cambiarlas en el Congreso Local. Pero Colosio nunca intentó cambiarlas. Estaba conforme con estas reglas.
Por su culpa y y de nadie más, la autoridad electoral podría negarle a Colosio su registro como candidato a alcalde de Monterrey. Y Colosio no podría alegar trampa, ni guerra sucia. La autoridad electoral haría bien, nos guste o no. Le guste o no a Colosio.
Luis Donaldo está a tiempo de buscar su reelección como diputado local. Debería hacerlo, antes de cometer un grave delito, que manche su apellido de por vida como político. O que nos aclare de una vez por todas su situación legal. Muchos lo defenderíamos; yo mismo lo defendería a capa y espada, si nos demuestra que sí cumplió con la Ley.
¿Y tú que opinas? ¿Merece ser castigado Colosio por mentir a la autoridad electoral? ¿Y si cometió un delito deben negarle su registro como candidato a alcalde de Monterrey?
Fuente Latitud
Por Eloy Garza González