México está obligado a aplicar políticas migratorias que velen por los derechos de esta población indefensa frente a la pandemia del coronavirus; corre prisa contener contagios del Covid-19 sobre todo en las fronteras, advirtió el diputado federal Rubén Moreira Valdez, luego de proponer cinco medidas urgentes.
La primera, que la Secretaría de Relaciones Exteriores cierre la frontera norte y sur de México hasta el 30 de mayo,a actividades no esenciales, como el turismo y la recreación;la segunda, que la Secretaría deSalud envíe brigadas médicas a las casas de migrantes.
La tercera, al Instituto Nacional de Migración (INM) para que refuerce las medidas de prevención recomendadas por la autoridad federal sanitaria, habilite espacios físicos y personal especializado para la atención de posibles casos de coronavirus y la cuarta, que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos haga visitas humanitarias a estaciones migratorias y albergues.
Y la última compete nuevamente a la Secretaría de Salud para que, intensifique las acciones de vigilancia epidemiológica en comunidades rurales e indígenas del país, sobre todo las que concentran los mayores índices de pobreza y marginación.
Involucra a estados por donde también transitan los migrantes, como Chiapas, Guerrero y Oaxaca, que reúnen el 60% de la población en condiciones de pobreza, y el 20 en pobreza extrema, y a entidades como Puebla, Veracruz, Tabasco, Morelos, Tlaxcala, Campeche y Zacatecas, señaladas por el Coneval con indicadores de rezago y pobreza.
El presidente de la Comisión de Asuntos Frontera Norte de la Cámara de Diputados, estimó que la emergencia sanitaria obliga a una evaluación objetiva del respeto y protección de los derechos humanos de las personas migrantes.
“En México hay más de 80 casas que brindan atención a migrantes en el norte, centro y sur del país; lamentablemente estos albergues no cuentan con el apoyo del gobierno, razón por la cual se complica cumplir con sus objetivos de asistencia y atención hacia aquellas personas que transitan por nuestro país, en busca de mejores condiciones de vida”, dijo Moreira Valdez.
Los albergues, recordó, son espacios de protección a los viajeros fatigados, enfermos, vejados o agredidos y siempre van a requerir de ayuda; falta voluntarios activos y profesionistas; así como una lista de donaciones en alimentos, ropa y zapatos, artículos de limpieza personal y de aseo, ropa de cama, colchonetas y cobijas, computadoras, teléfonos con crédito para llamadas y medicinas.
El legislador por el estado de Coahuila expresó: “los migrantes están forzados a vivir hacinados en cuartos que comparten entre 40 o 50 personas, amontonados en literas, sin acceso a la salud, alimentos y ahora con el riesgo de contagio”.