Porque en las políticas hídricas, el consumo humano debe ser prioridad sobre el uso agrícola, Marco González urgió a las autoridades de Nuevo León a renegociar el Convenio por el cuál periódicamente se cede agua de la Presa El Cuchillo, al Distrito de Riego 026, en Tamaulipas.
El diputado de Morena señaló que en esto deben tomarse en cuenta dos factores: Que los alrededor de 5 millones de habitantes del Área Metropolitana de Monterrey precisan fuentes sustentables de agua potable y que la producción agrícola nacional se ha reducido.
Añadió que también debe poderarse que en Tamaulipas la inseguridad desafortunadamente ha provocado una reducción en la producción agrícola, por lo que la demanda real de agua para riego debe ser menor.
Y además de todo esto, agregó, la poca disponibilidad de agua del noreste de México, obliga a reenfocarse a productos que demanden menos riego.
“En las políticas hídricas es fundamental priorizar el consumo humano, sobre el uso agrícola; esa debe ser la base de la renegociación del Convenio por el cual Nuevo León cede agua de El Cuchillo a Tamaulipas”, recalcó.
“También urge analizar si la producción actual del Distrito de Riego 026 amerita recibir tanta agua de Nuevo León, porque en general, a nivel nacional la producción agrícola ha disminuido”.
“Y adicionalmente hay otros dos factores que deben poderarse para renegociar este acuerdo: Que la producción agrícola se ha reducido en Tamaulipas por la inseguridad, lo que por lógica debe traducirse en menor necesidad real de agua para riego y que, en el caso del noreste de México, la poca disponibilidad de
agua que históricamente registramos, debe favorecer productos que demanden menos riego”.
Este viernes, en cumplimiento a un acuerdo entre ambas entidades, Nuevo León empezó a trasvasar 178 millones de metros cúbicos de agua de la Presa El Cuchillo, a la Presa Marte R. Gómez, en Tamaulipas, para destinarlos a cultivos del Distrito de Riego 026.
Esto representa la mitad de toda el agua que se recibió en Nuevo León, por la reciente Tormenta Tropical Fernand.
“He venido solicitando desde la Legislatura pasada que se renegocie este acuerdo de aguas entre ambos estados y, desde el arranque de esta nueva Legislatura, para la cual fue reelegido, retomamos el tema”, indicó Marco González.
“En particular, la urgencia de renegociar este convenio de trasvase de agua, fue una de las conclusiones principales de un Foro sobre Agua de Nuevo León, que organizamos en Congreso en octubre del 2018 y que encabecé, como Presidente del Congreso”.
González precisó que este convenio data de hace más de 20 años.
“Por eso debe revisarse. Por su antigüedad, porque las condiciones han cambiado y porque debe privilegiarse el consumo humano”, expuso.
“Además la actividad agropecuaria en el país se ha reducido, la necesidad de consumo humano tiene prioridad sobre el tema agropecuario y hoy hay menos actividad agropecuaria en Tamaulipas y más población en Nuevo León.
“Urge actualizar este convenio. No podemos seguir con la inercia de que no se puede cambiar. ¡Claro que se puede cambiar! ¡Tenemos que defender a Nuevo León!”.
Según reportes de la Comisión Nacional del Agua, antes de esta aperture de compuertas, la Presa El Cuchillo tenía un almacenado de mil 075.972 millones de metros cúbicos, mientras que la Marte R. Gómez registró un volumen de 528.966 millones de metros cúbicos.
El acuerdo entre ambos estados señala que si El Cuchillo registra más de 315 millones de metros cúbicos y la Marte R. Gómez menos de 700 millones, Nuevo León debe enviar agua hasta que el embalse tamaulipeco alcance esa cantidad.
Marco González concluyó recalcando que la gente de Nuevo León no pretende perjudicar en absoluto a los productores agrícolas de Tamaulipas.
“Simplemente urgimos a renegociar este acuerdo y que el mismo se sujete en adelante a la nueva realidad que vivimos como region, caracterizada por una mayor necesidad de agua para consumo humano y, paralelamente, menos necesidad de agua para consumo agrícola”, expresó.
“Sólo buscamos un convenio más actual, mas justo, mas sustentable y que se base en las necesidades reales, actuales, de agua de ambas entidades”.