Se encuentra en cartelera una cinta con un tema muy actual, muy real, sin perder la magia de una cinta.
Marc Webb hace un giro al trabajo como directo, luego de haber tenido a su carro los trabajo del 2012 y 2014 de El Hombre Araña, los cual no le dieron el reconocimiento que tuvo en su debut en el séptimo de arte con ‘500 Días con Ella’ luego de hacer videos.
La trama gira en la vida de Thomas (Callum Turner) es un chico común y corriente, hijo de una mujer depresiva y un exitoso editor y su vida transcurre en los parámetros clichés del veinteañero que vive en Nueva York: la indecisión sobre su futuro, sus deseos de ser escritor, la ‘friendzone’ eterna en manos de su mejor amiga y su vida solitaria en un viejo departamento.
Y sí, el estilo es reconocible: las divagaciones y el sentir de Thomas recuerdan al corazón roto de Tom Hansen (Joseph Gordon-Levitt), un aura de melancolía que en esta película se verá alimentada con la llegada de un misterioso vecino que parece compartir las mismas inquietudes y el mismo desasosiego.
La aparición de este peculiar personaje pondrá a prueba la resignación de Thomas de no poder cumplir su sueño de ser escritor y enfrentarse con el deber ser ante la poderosa imagen de su padre: el adulto exitoso, bien parecido y completamente autoritario.
Poco a poco, las charlas con su nuevo vecino alentarán la curiosidad y la rebeldía, una nueva sensación que alcanzará límites insospechados cuando descubra que su padre tiene una amante, Johanna (Kate Beckinsale), dejando lecciones de madurez.