Por Fanny Martínez

 

Uno de los retos que enfrentan los profesores es el de la honestidad académica y, al enfrentar este problema, cabe la posibilidad de preguntarse si el hacer trampa es una condición inherente en el ser humano.

Esto lo comentó James Lang, profesor e investigador de Assumption College, de Worcester, Massachusetts, en su conferencia “Aprendiendo de la deshonestidad académica: hoy y mañana”, que presentó en el marco del 3.er Congreso Nacional de Integridad Académica “Distintas visiones, un nuevo reto”, que organiza la Universidad de Monterrey.

En su conferencia, en el teatro de esta casa de estudios, que inauguró el ciclo de ponencias y talleres que concluirán mañana, el investigador especialista en literatura anglosajona y en procesos de enseñanza académica expuso que, para responder a esa pregunta sobre la predisposición de las personas a hacer trampa, se ha observado la conducta de niños de preescolar, quienes en situaciones donde deben resolver problemas son susceptibles a un comportamiento fraudulento.

Sin embargo, señaló que lo recomendable es hacer un estudio a profundidad a través de preguntas demográficas, que servirá para identificar a los grupos más vulnerables y trabajar para corregir este comportamiento, no solo a partir del individuo, sino, incluso, entendiendo dicha proclividad al engaño desde el interior de la misma comunidad y desde la familia a la que pertenecen.

Como parte de los consejos que compartió al público, formado por profesores y estudiantes de niveles secundaria, preparatoria y profesional, destacó el diseñar programas que enfrenten a los alumnos a problemas, retos y preguntas que los hagan comprometerse con la clase.

Además, también les pidió generar un ambiente de participación en clase, y, dependiendo del nivel y de la complejidad requerida, involucrarlos en un ambiente escolar en el que ellos puedan participar, incluso, en la definición de tareas, evaluaciones y políticas a seguir en clase, por ejemplo, sobre el uso de celulares.

Esta última, la decisión del uso de celulares u otros dispositivos electrónicos, por ejemplo, requiere más criterio de parte del profesor, aclaró, pues no sería recomendable plantearles esta libertad a estudiantes muy jóvenes, como los de secundaria, que requieren otras estrategias donde el profesor tenga el control de la situación.

El objetivo, dijo, “es que los estudiantes se comprometan a aprender”.

En su intervención durante la ceremonia de inauguración, el rector Antonio J. Dieck Assad señaló, a propósito del tema de la integridad, que la visión acerca de cómo vivir los valores es diferente en cada persona, pues cada una de ellas tiene una escala de valores propia que se adapta conforme la situación que se le presenta.

“Es importante recordar que en la teoría es más sencillo decir lo que es correcto, mas, en estos tiempos, llevarlo a la práctica es un acto casi heroico. Saber distinguir entre lo bueno y lo malo pasa a segundo plano si no tenemos la valentía de actuar con honestidad, confianza, equidad, respeto y responsabilidad. Entonces, ¡seamos valientes!”, señaló.

El directivo universitario agregó que, como formadores de niños y jóvenes, se tiene una gran responsabilidad, que es la de poner el ejemplo ellos, por lo que es necesario que los representantes de una institución académica lleve a un plano mucho más consciente lo que implica empujar la integridad en estas mismas.

“Ciertamente, por nuestra naturaleza humana, podemos cometer errores. Sin embargo, también está en nosotros trabajar para irnos perfeccionando en nuestra asertiva toma de decisiones, y, así, con nuestro buen ejemplo, influir más positivamente en nuestros jóvenes”, puntualizó.

Al final de la conferencia de James Lang, la vicerrectora de Formación Integral, Isabella Navarro Grueter, entregó al conferencista invitado una placa en reconocimiento por su participación.

El 3.er Congreso Nacional de Integridad Académica “Distintas visiones, un nuevo reto” continuará mañana viernes con el panel “Una perspectiva estudiantil”, donde participarán estudiantes líderes de la Universidad de Monterrey, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Universidad Autónoma de Nuevo León y de la U-ERRE, con la conferencia “Elaborar, evaluar, responder y comunicar (BARC): enfrentando una deshonestidad académica desde el diagnóstico hasta el tratamiento”, a cargo de Azalea M. Hullbert, de The Pennsylvania State University, entre otras actividades.

Por agencia2

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *