Por pmnoticias.tv

 

Perteneciente a la Generación del 45 de autores uruguayos, junto con Mario Benedetti y Juan Carlos Onetti, y distinguida con el IX Premio Internacional Octavio Paz de Poesía y Ensayo en 2009, ahora Ida Vitale se une simbólicamente al nombre del “Regiomontano universal”.

La poeta uruguaya resultó la ganadora del Premio Internacional Alfonso Reyes en su edición 2014, con el que se distingue a personalidades con una amplia trayectoria en el campo de las humanidades, otorgado por un conjunto de instituciones y universidades, entre ellas la Universidad de Monterrey.

Según el Comité Organizador, el galardón se otorgó en virtud de las valiosas aportaciones culturales y artísticas de la autora de obras como “La luz de esta memoria” y “Palabra dada”, así como por su amplia trayectoria internacional.

El Comité está conformado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes; el Gobierno del Estado de Nuevo León, por medio del Consejo para la Cultura y las Artes; la UDEM; la Universidad Autónoma de Nuevo León; el Tecnológico de Monterrey; la Universidad Regiomontana; y la Sociedad Alfonsina Internacional.

Este año, los eventos relativos a la entrega del reconocimiento estarán a cargo de la UDEM, por lo que en su momento se prepararán actividades para conocer y reflexionar sobre la obra de Vitale, así como un encuentro de la premiada con universitarios de las instituciones participantes del premio.

El catedrático José Luis Solís Olivares, director de la carrera de Licenciado en Letras y carreras asociadas a Humanidades, expresó que “para la UDEM recibir a alguien con la trayectoria de Vitale es un gran suceso”.

“Su vena poética que aproxima con particular estilo lo erótico, así como lo social, la convierten -sin duda alguna- en una voz femenina poderosamente simbólica dentro de la literatura universal”, mencionó el maestro.

Ida Vitale nació en Montevideo, Uruguay (1923). Es poeta, ensayista y crítica literaria. Estudió Humanidades y tuvo como maestro a José Bergamín. En su país natal se desempeñó como profesora de literatura hasta el año 1973, cuando la dictadura la llevó al exilio.

Vivió en México de 1974 a 1984 donde, a invitación de Octavio Paz, fue asesora editorial de la revista Vuelta e impartió un seminario en El Colegio de México.

En 1989 se mudó a Texas, donde reside actualmente y se desempeña como profesora de la Universidad de Austin. A lo largo de su trayectoria ha colaborado en importantes diarios y revistas iberoamericanos.

Ha traducido a autores como Simone de Beauvoir, Benjamin Péret, Gaston Bachelard, Jacques Lafaye y Luigi Pirandello.

Entre su obra poética, destacan también los títulos “Cada uno en su noche”, “Oidor andante”, “Jardín de sílice”, “Elegías en otoño”, “Fieles”, “Entresaca”, “Sueños de la constancia”, “Procura lo imposible” y “Reducción del infinito”, entre otros.

Este premio fue creado por Francisco Zendejas en 1972 con la finalidad de hacer un reconocimiento a la obra del escritor regiomontano Alfonso Reyes.

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